Bienvenido a nuestro sitio dedicado a explorar los diversos versículos y enseñanzas de la Biblia sobre Versículos De La Biblia Sobre Lirios. Este tema es uno de los muchos que desempeñan un papel importante en nuestro camino espiritual y comprensión.
En esta página, encontrarás una selección de versículos y pasajes bíblicos que abordan específicamente Versículos De La Biblia Sobre Lirios. Además, exploramos escrituras relacionadas que ofrecen una comprensión más profunda de los matices y aspectos de este tema.
Esperamos que la información que encuentres aquí sea esclarecedora y edificante. Adentrémonos en los versículos bíblicos para obtener una mayor comprensión de este importante tema.
“Los capiteles que estaban sobre las columnas en el pórtico, tenían labor de flores por cuatro codos”
— 1 Reyes 7:19
“Tenía de grueso un palmo, el borde era de la hechura del borde de un cáliz, ó flor de lis. hacía tres mil batos”
— 2 Crónicas 4:5
“Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolíes; vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?”
— Mateo 6:26
“Yo seré á Israel como rocío; él florecerá como lirio, extenderá sus raíces como el Líbano”
— Oseas 14:5
“Considerad los lirios, cómo crecen: no labran, ni hilan; os digo, que ni Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos”
— Lucas 12:27
“Como el lirio entre las espinas, Así es mi amiga entre las doncellas”
— Cantares 2:2
“El grueso del mar era de un palmo, su labio era labrado como el labio de un cáliz, ó de flor de lis: cabían en él dos mil batos”
— 1 Reyes 7:26
“Mas buscad primeramente el reino de Dios su justicia, todas estas cosas os serán añadidas”
— Mateo 6:33
“LA revelación de Jesucristo, que Dios le dió, para manifestar á sus siervos las cosas que deben suceder presto; la declaró, enviándo la por su ángel á Juan su siervo”
— Apocalipsis 1:1
“Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen cillero, ni alfolí; Dios los alimenta. ¿Cuánto de más estima sois vosotros que las aves?”
— Lucas 12:24
“YO soy la rosa de Sarón, el lirio de los valles”
— Cantares 2:1
“Porque no me avergüenzo del evangelio: porque es potencia de Dios para salud á todo aquel que cree; al Judío primeramente también al Griego”
— Romanos 1:16
“ES pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven”
— Hebreos 11:1
“Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras es muerta”
— Santiago 2:26
“Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo: Tu vara tu cayado me infundirán aliento”
— Salmos 23:4
“Luego Jesús, extendiendo la mano, trabó de él, le dice: Oh hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?”
— Mateo 14:31
“El da á la bestia su mantenimiento, á los hijos de los cuervos que claman”
— Salmos 147:9
“Por tanto os digo: No os congojéis por vuestra vida, qué habéis de comer, ó que habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir: ¿no es la vida más que el alimento, el cuerpo que el vestido?”
— Mateo 6:25
“El que no ama, no conoce á Dios; porque Dios es amor”
— 1 Juan 4:8
“Pedro les dice: Arrepentíos, bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; recibiréis el don del Espíritu Santo”
— Hechos 2:38
“Por nada estéis afanosos; sino sean notorias vuestras peticiones delante de Dios en toda oración ruego, con hacimiento de gracias”
— Filipenses 4:6
“Jesús le dice: Yo soy el camino, la verdad, la vida: nadie viene al Padre, sino por mí”
— Juan 14:6
“Puso en las cabezas de las columnas labor en forma de azucenas; así se acabó la obra de las columnas”
— 1 Reyes 7:22
“Con la grandeza de tu poder has trastornado á los que se levantaron contra ti: Enviaste tu furor; los tragó como á hojarasca”
— Éxodo 15:7
“Mi amado descendió á su huerto, á las eras de los aromas Para apacentar en los huertos, para coger los lirios”
— Cantares 6:2
“Así que, no os congojéis por el día de mañana; que el día de mañana traerá su fatiga: basta al día su afán”
— Mateo 6:34
“Porque no nos ha dado Dios el espíritu de temor, sino el de fortaleza, de amor, de templanza”
— 2 Timoteo 1:7
“Porque ninguna cosa es imposible para Dios”
— Lucas 1:37
“Jehová es mi fortaleza, mi canción, hame sido por salud: Este es mi Dios, á éste engrandeceré; Dios de mi padre, á éste ensalzaré”
— Éxodo 15:2
“Jehová, varón de guerra; Jehová es su nombre”
— Éxodo 15:3
“No os congojéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos, ó qué beberemos, ó con qué nos cubriremos?”
— Mateo 6:31
“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, glorifiquen á vuestro Padre que está en los cielos”
— Mateo 5:16
“Porque los Gentiles buscan todas estas cosas: que vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas habéis menester”
— Mateo 6:32
“¿Quién como tú, Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, Terrible en loores, hacedor de maravillas?”
— Éxodo 15:11
“También hizo un mar de fundición, el cual tenía diez codos del un borde al otro, enteramente redondo: su altura era de cinco codos, una línea de treinta codos lo ceñía alrededor”
— 2 Crónicas 4:2
“Entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis dentro de vosotros, hombres de poca fe, que no tomasteis pan?”
— Mateo 16:8
“Mas los que esperan á Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, no se cansarán, caminarán, no se fatigarán”
— Isaías 40:31
“Él les dice: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió á los vientos á la mar; fué grande bonanza”
— Mateo 8:26
“Venid á mí todos los que estáis trabajados cargados, que yo os haré descansar”
— Mateo 11:28
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
— Juan 3:16
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, vivo, no ya yo, mas vive Cristo en mí: lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, se entregó á sí mismo por mí”
— Gálatas 2:20
“No os hagáis, pues, semejantes á ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis”
— Mateo 6:8
“Mas Dios encarece su caridad para con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”
— Romanos 5:8
“He aquí, yo estoy á la puerta llamo: si alguno oyere mi voz abriere la puerta, entraré á él, cenaré con él, él conmigo”
— Apocalipsis 3:20
“Mas ¿quién de vosotros podrá, congojándose, añadir á su estatura un codo?”
— Mateo 6:27
“Estas cosas os he hablado, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción: mas confiad, yo he vencido al mundo”
— Juan 16:33
“Si la hierba del campo que hoy es, mañana es echada en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más á vosotros, hombres de poca fe?”
— Mateo 6:30
“Pero pida en fe, no dudando nada: porque el que duda es semejante á la onda de la mar, que es movida del viento, echada de una parte á otra”
— Santiago 1:6
“Si así viste Dios á la hierba, que hoy está en el campo, mañana es echada en el horno; ¿cuánto más á vosotros, hombres de poca fe?”
— Lucas 12:28
“Echando toda vuestra solicitud en él, porque él tiene cuidado de vosotros”
— 1 Pedro 5:7
“Sus mejillas, como una era de especias aromáticas, como fragantes flores: Sus labios, como lirios que destilan mirra que trasciende”
— Cantares 5:13
“Mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria fué vestido así como uno de ellos”
— Mateo 6:29
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
— Filipenses 4:13
“Dijo á sus discípulos: Por tanto os digo: No estéis afanosos de vuestra vida, qué comeréis; ni del cuerpo, qué vestiréis”
— Lucas 12:22
“Pero respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, cuidadosa estás, con las muchas cosas estás turbada”
— Lucas 10:41
“EN esto, juntándose muchas gentes, tanto que unos á otros se hollaban, comenzó á decir á sus discípulos, primeramente: Guardaos de la levadura de los Fariseos, que es hipocresía”
— Lucas 12:1
“EN el principio crió Dios los cielos la tierra”
— Génesis 1:1
“Por el vestido ¿por qué os congojáis? Reparad los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan”
— Mateo 6:28
“Hizo asimismo un mar de fundición, de diez codos del un lado al otro, perfectamente redondo: su altura era de cinco codos, ceñíalo alrededor un cordón de treinta codos”
— 1 Reyes 7:23
“¿Quién preparó al cuervo su alimento, Cuando sus pollos claman á Dios, Bullendo de un lado á otro por carecer de comida?”
— Job 38:41